No importa cuánto te entregues a placeres inmorales, ¡es inútil! Mi profesora le confesó su amor a Ibuki, una estudiante con un cuerpo curvilíneo y una copa G bien apretada. Aunque tuve que dejar de ser maestra, perdí la tentación de que una joven me buscara y me susurrara Ibuki … La razón queda impresionada por la mamada cada vez mejor. “Maestro… ¿por qué no me dejas entrar?” “Maestro… inténtelo de nuevo…” No funciona. Follar con Buki meneando su trasero y sus caderas es tan bueno…lo siento…