Kaname, una nuera, puede volver a casarse repentinamente. Kaname era un adolescente rebelde y no me llamaba papá, y lo trataban como a un tío y un ojo sucio. Poco a poco ya no quería llevarme bien con esa actitud, pero creció en mí el sentimiento de querer castigar, y en cuanto mi esposa se ausentó, ataqué a mi hija y seguí haciéndolo hasta que se comportó dócil.