Miu sólo lleva unos días casada. Está en shock porque acaba de descubrir que el hermano de su marido es la persona que la violó hace unos años. Ahora, irónicamente, el destino les ordena vivir en la misma casa. El marido sigue manteniendo la misma personalidad de antes y Miu siempre siente que la están acosando. Un día, el marido utilizó un pañuelo empapado en anestésico para amordazar la boca de Miu. La llevaron a su habitación privada y luego los malos recuerdos volvieron a ella, pero esta vez se sintió mucho más feliz.
